Gonzalo Escudero
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Barco de nuez - Gonzalo Escudero
Nací galeote
para la tempestad mía en mi océano.
Sin más remos que tus brazos
y más grillete que tu recuerdo.
Arcoiris con golondrinas viajeras.
Cuerda para que salte el corazón malandrín.
¡Granuja al fin!
Columpio para los grumetes.
Este mar es mi mar.
Un boj de estaño líquido para los náufragos
en el bar de pizarra de los acantilados.
Este mar es mi mar.
Mi capricho es el humo, la mujer y el bostezo.
A los tres los muerdo sacrílegamente.
Emperador de las gaviotas.
Condotiero de las madréporas.
Pirata de los barcos de nuez.
Disparo golondrinas en lugar de palabras.
Mis cohetes son mástiles.
Mi sonrisa es el ancla de oro
Malandrín afligido por la distancia,
mi silbo es un oboe de la noche.
Galeote de los remos de tus brazos,
pescador de las algas de tus senos,
buzo de los corales d tus pezones,
ya puedo morir...
Yo sé todo.
Todo, menos en donde estás,
ni en donde estoy.
Un boj, otro boj.
Carrusel del océano.
La cerveza es una cabellera de llamas.
Mi hélice crucifica a las sirenas.
Son mis luises los meteoros.
Yo sé flechar a los peces sonámbulos
como torpedos que muerden
el casco de ébano de los barcos.
¡Bah!
No quiero pensar
si te habrás muerto ya.
Hoy te escribo una carta maldita
en el tatuaje de mi brazo izquierdo.
Si te habrás muerto ya.
Cayeron en mi pipa estrellas húmedas.
Yo sé fumar constelaciones
a ascender a las torres de las trombas
con el cordel de mi sollozo.
Alzada de hombros, cordura del mar.
¿Y qué más da?
Un boj, otro boj.
La cerveza es un amanecer en los párpados.
Sabiduría de los témpanos.
Aurora boreal de los sueños.
He colgado en la grúa más alta
los bengalas de mis esplines.
Yo creo en el mar y en mi muerte.
La noche pasa a través del tiempo como un calambre
en el vientre de una mujer parturienta.
Y Ella ¿qué se yo?
Pabellón de algas.
Acantilados últimos.
Es preciso echar la coz, el aletazo, el grito!
Muerte para callar mejor.
Para sonreír.
El viento me ha tostado el semblante marino.
Soy un tritón.
Un boj, otro boj.
La cerveza es un túnel.
Sobre la nave cóncava
el caracol suena tu distancia.
La bocanada de humo es mi amante.
Algún día me desvaneceré con ella.
Y el bajel náufrago
dará un salto mortal a los luceros.
Este mar es mi mar.
Galeote sin galera.
Yo perdí mi galera
que era tu cuerpo de álamo en el viento.