Pedro Santos Deluca

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Sal -   Pedro Santos Deluca

El desierto no es salado, Mujer

- decías-

confundiste conveniencia con amor

porque el mar que navegábamos no tenía peces

y en el fracaso de las redes

nuestro viaje estaba destinado a la ruina


Una canción antigua

había referido el castigo.


Por seguirte

-como siguen los crédulos a sus divinidades-

no la escuché


Yo deseaba acariciar muslos fuertes

pero estaba rodeada de hombres

que vedaban el deseo


Mirar

era lo único permitido

-aunque ardiera-


Ahora

que veo mi cuerpo solidificado

comprendo que esta mortaja expiatoria de sal

fue creada para garantizar la mentira

y el vino del incesto


Todo estaba en los presagios

pero qué podía comprender yo

que ni tengo un nombre para llevarme a la boca


Serán como dioses

Génesis 3:5





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